Esto, unido al aumento de la velocidad de giro (que ha pasado de 5.400 a 7.200 rpm), viene a poner al día un dispositivo que ya destacaba en versiones anteriores por sus buenas prestaciones y excelente diseño. Su tamaño y grosor, similares a los de una cartera de bolsillo, son otras de sus grandes bazas.
Disponible en capacidades de 500 y 640 Gbytes y con varios colores para elegir, incorpora una funda de cuero y viene con tres utilidades de Samsung preinstaladas: SecretZone, SafetyKey y Auto BackUp, que nos permiten cifrar el contenido del disco, protegerlo mediante contraseña y crear copias de seguridad.
Lástima que estas tres aplicaciones solo funcionen bajo sistemas Windows de 32 bits, dejando al margen los 64 bits y al resto de las plataformas.
Durante su uso tanto las vibraciones como el ruido son mínimos, y como curiosidad destaca su LED, que nos indica si está funcionando bajo USB 2.0 (verde) o 3.0 (azul).
En nuestras pruebas arrojó una tasa de lectura muy elevada (94 Mbytes/s), erigiéndose como una gran opción en escenarios en los que son necesarios una gran portabilidad y un elevado rendimiento.
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